Recientemente decidí hacer un viaje largo en coche sola con mis dos hijos de 2 y 4 años. Fue un viaje de 300 kilómetros y he de decir que estaba un poco expectante porque realmente no sabía si tendría que parar en medio de la autopista por alguna emergencia o me pondría nerviosa con sus gritos peleándose por cualquier cosa y entraría en cólera con el volante entre manos, algo nada recomendable en la carretera. Pero me dije, por probar no pierdo nada.Sin embargo la experiencia fue una delicia y los peques estuvieron encantados.
Los 10 factores que debemos tener en cuenta para que nuestro viaje en coche con niños pequeños sea como un remanso de paz:
- No hay que estresarse, los niños huelen el miedo; así que si no estamos seguros de poder hacerlo sin ponernos nerviosos tal vez deberíamos esperar a que crezcan y sean un poco más autónomos. En mi caso, lo que me hacía reticente a viajar sola con ellos es que mi hija mayor se marea bastante y vomita con frecuencia. Tengo el caso cercano de mi hermana, que siempre se ha mareado mucho en los viajes en coche y que desde su más tierna infancia aprendió a utilizar un cubo, que siempre llevábamos preparado por si acaso. Nunca dejamos de viajar en coche y ella lo aceptaba como algo normal; nadie se alteraba cuando se mareaba. Utilicé esta táctica con mi hija desde que era muy pequeña y desde hace poco sabe apañárselas perfectamente sin mi ayuda. Para prevenir mareos es aconsejable que no tomen lácteos antes del viaje, que no coman mucho, que no tengan hambre y también pueden tomar algún medicamento contra el mareo si se considera necesario.
- Hacer el viaje coincidiendo con la hora a la que hacen la siesta, de noche o a primerísima hora de la mañana porque dormirán o estarán muy tranquilos. Cada familia, en función de sus circunstancias y necesidades, sabrá qué horario le conviene más para hacer un viaje de este tipo. Nosotros siempre viajamos después de comer y los niños con suerte duermen un par de horas y cuando se despiertan todavía están un rato aclimatándose, y por tanto, tranquilos.
- La música amansa a las fieras. Nosotros procuramos tener a mano música infantil que les guste y puedan cantar o ponemos Rock o música chill out, que nos gusta a toda la familia.
- La temperatura, luz y ventilación deben ser adecuadas; un exceso de sol puede molestarles mucho, por eso tenemos un coche con los cristales traseros tintados.
- Los niños deben tener a mano agua y algo de comer, por ejemplo colines de pan, que les distraerán y les quitarán un poco el hambre.
- Si tienen un objeto transicional o muñeco favorito llevarlo con ellos les hará sentirse más cómodos y tranquilos.
- Las pantallas también son una buena distracción y muy populares, aunque nosotros no tenemos y hemos podido pasar sin ellas perfectamente, de momento.
- Si hay que poner gasolina o comprobar la presión de los neumáticos es conveniente hacerlo antes del viaje o coincidiendo con una parada.
- No viene mal repasar el itinerario para prever, en función de las horas que durará el viaje, dónde parar, la comida o agua que necesitaremos, etc.
- Y por supuesto debemos llevar a los niños con el sistema de retención infantil que les corresponda, si es posible a contramarcha y hacer las paradas para descansar que sean necesarias.
De todos estos puntos en mi opinión el más importante si vas a hacer un viaje largo es el tercero; sobre todo cuando se trata de niños muy pequeños respetar sus horarios de sueño haciendo coincidir parte del viaje con su siesta y las paradas con sus tomas y merienda mantiene la armonía familiar.
¿Y tú, te animas a hacer un viaje largo en coche con tus hijos?