Crianza

¿Será mi hijo un niño de alta demanda?

¿Qué es eso de los «niños de alta demanda»? seguro que habéis oído hablar de este término porque vuestro hijo es así o tenéis algún conocido que os lo ha comentado. La comunidad médica no se pone de acuerdo en este tema. Después de investigar sobre el tema y hablar con varios pediatras a quienes conozco desde hace años y admiro profundamente he recibido mensajes contradictorios. Lo que tengo claro es que ser «de alta demanda» no es ninguna enfermedad, trastorno o problema y que un niño de alta demanda no deja de ser un niño normal con las mismas capacidades que los demás. Todos estamos de acuerdo en que las etiquetas no benefician a nadie.

Un poco de historia…

El término «bebé de alta demanda» fue empleado por primera vez y popularizado por el Doctor Sears, un médico estadounidense que también acuñó el término «crianza con apego», padre de cuatro hijos que vivió en primera persona lo que supone tener un hijo con estas características cuando nació su última hija. Llegó a la conclusión de que su bebé era diferente a sus otros hijos en cuanto a su nivel de exigencia para criarla. Él acuñó el término «high need baby» y estableció una lista* de características que pueden presentar estos bebés:

  1. Intensos en todo lo que hacen
  2. Hiperactivos
  3. Absorbentes
  4. Maman frecuentemente
  5. Son muy demandantes
  6. Tienen frecuentes despertares
  7. Suelen estar insatisfechos
  8. Son impredecibles
  9. Son hipersensibles
  10. Necesitan contacto físico día y noche
  11. No se calman solos
  12. Son sensibles a la separación

*Si os sentís desbordados ante las constantes demandas de vuestro bebé y cumple la mayoría de características de esta lista probablemente sea de alta demanda, aunque yo personalmente pienso que cuando tienes un hijo así lo sabes.

Otra denominación que he oído para referirse a ellos y que me parece muy divertida y gráfica es  «niños cuco», donde entra uno no entran más, porque las familias que tienen un hijo de alta demanda muchas veces ya no tienen más porque les deja extenuados el que ya tienen.

Un bebé de alta demanda no es un bebé llorón

Esta es una opinión personal, y estoy segura de que algunas personas no la comparten. Todos los bebés son absorbentes, llorones y demandantes, pero lo que sucede con un hijo de alta demanda es que hagas lo que hagas para satisfacer sus necesidades nunca parece ser suficiente y al final del día estás agotado.

Mi experiencia personal

Si creías que escribo esta entrada porque tengo un hijo de alta demanda has acertado. Mi hija mayor, que ya ha cumplido cuatro años es una niña de alta demanda: Es intensa, demandante, hipersensible, incomprensible a veces y muy dramática. Es lo que su abuela llama una «niña trabajosa».
Desde el día en que nació solo quería estar en mis brazos día y noche, mamaba constantemente y no dormía nada. Los primeros meses fueron duros porque además de ser madre primeriza veía que mi hija era un «pelín» más exigente que otros bebés que había visto. La única forma de descansar algo era que su padre la tuviera en brazos o salir a la calle en el carrito o en la mochila. Así que volver al trabajo tras la baja maternal casi fue liberador, necesitaba centrar mi atención en otras cosas y recuperar una parcela de mí misma.
Cuando nació su hermano tuve la certeza de que no era un bebé de alta demanda entre otras cosas porque dormía mucho, hacía sus siestas y no lloraba todo el día (hasta pensamos que estaba enfermo).
Los años han ido pasando y ha sido necesario desarrollar mucha paciencia, humor y dotes diplomáticas en la familia. Pienso que se debe aceptar a estos niños como son y no intentar cambiarles, porque no se consigue nada, ellos se frustran y nosotros también. Sin embargo también deben aprender a aceptar lo que hay a su alrededor y que sus demandas no son siempre lo primordial. Los bebés de alta demanda se van transformando en niños y adultos de alta demanda y aceptándoles y criándoles en un ambiente normal pueden desarrollar sus mejores aptitudes; estos niños suelen ser muy apasionados en todo lo que hacen.

Personalmente tener una hija de alta demanda ha sido y es agotador muchas veces, pero también tiene su parte buena. En casa todos hemos aprendido a desarrollar grandes dosis de paciencia aplicables a otras esferas de la vida; también he aprendido a que me den igual algunos comentarios. Ella tiene temporadas en las que está más tranquila y otras en las que está más sensible y demandante, pero va ganando autonomía. Es muy cariñosa y justiciera, así que nunca nos falta quien nos cuide y nos defienda.

Lecturas recomendadas

Mis lecturas recomendadas imprescindibles sobre este tema son tres libros de Mónica San Martín, » Hijos intensos un enfoque positivo», «Crianza de alta demanda» y «Guía para reconocer niños de alta demanda»; también tiene un sitio web en el que comparte sus experiencias como madre de una niña de alta demanda, ofrece formación y ofrece muchos recursos sobre este tema. Cuando leí su primer libro «Hijos intensos un enfoque positivo» estaba en un momento particularmente difícil y encontré bastante consuelo y humor en sus páginas.

2 comentarios sobre “¿Será mi hijo un niño de alta demanda?”

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